Quien vive la historia de
alguna obra, se construye en base a las experiencias que tiene, intentando
hacerlo comprensible por sus acciones, creando una amplia gama de pensamientos,
sentimientos y emociones Es el elemento que hace que el lector se integre en la
narración. Su función específica es que el lector se identifique con él. Se
forma a partir de su fisiología, de su participación en la sociedad y por
ultimo por su vida psicológica.
Se pueden clasificar de
diferente manera según su representación en la obra:
àProtagonista:
es aquel personaje en torno al cual gira toda la historia, concentran la mayor
atención, porque participan directamente en los acontecimientos, algo
importante dentro de este personaje es que toda acción revela algo Un ejemplo
es Hamlet de la obra que lleva el mismo nombre; después del asesinato de su
padre a manos de su tío decide cobrar venganza tras algunas apariciones del espíritu
de su padre. Algunas personas lo relacionan con la historia del rey león.
àAntagonistas:
se opone al héroe o protagonista. Es quién provee algún conflicto para dar una
secuencia a la historia y en algunos casos en quien también retrasa una posible
solución. No es imprescindible que el antagonista sea un ser humano ni tampoco
“bueno” o “malo”, ya que puede ser algún elemento psicológico o místico,
natural o sobrenatural.
àSecundarios:
Son quienes no están involucrados directamente en la historia que se cuenta,
sino que tienen una participación menor. Suelen no ser tan definidos,
las descripciones son más.
àTipo:
Este personaje es muy importante en una historia a pesar que no se sepa mucho
de él como un protagonista, puesto que aunque su participación no es
fundamental, siempre hay una razón para que ellos estén ahí; aquellos son predeterminados
aunque no evolucionan a lo largo de la obra pero permiten que el protagonista
aprenda de algún conflicto. La diferencia entre un personaje tipo y uno
secundario, ya que podría confundirse, es que el tipo tiene más peso en la
historia aunque salga menos, y es quien da algún tipo de impulso para que la
historia continúe. Un ejemplo más claro sería la oruga azul en el cuento de “Alicia
en el país de las maravillas”; pues es quien enfrenta a Alicia cuestionando su
identidad.
En este sentido la obra narrativa es como un rompecabezas que necesita que cada pieza encaja
perfectamente con las demás, pues si faltara una pieza aunque sea muy pequeña, el
rompecabezas no estaría completo. Ya que cada personaje es importante en la historia a pesar de que su intervención sea pequeña.
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