Personajes:
Renata
(hija)
Roberto
(novio)
Violeta
(hermana de Renata)
Julieta
(hermana de Roberto)
Carmen (mamá
de Renata y Violeta)
Flor (señora
de la tienda)
Escena 1.
Se encuentran Renata,
Violeta y Carmen sentadas en la mesa de una cafetería, Renata está leyendo un
libro, Carmen platica con su hija Violeta, a un lado de su mesa se observa que
llega Roberto junto con su hermana Julieta, Roberto amablemente toma la silla y
hace un gesto para que su hermana tome asiento.(Carmen voltea a ver a Roberto y
se dirige a Renata)
Carmen: Hija arréglate, siéntate derecha que por eso no
tienes novio aún.
(Renata está leyendo y
en el cambio de una página su separador de libros cae y Roberto se da cuenta,
lo levanta y se lo entrega a Renata)
Roberto: Oye, disculpa, se te cayó.
Renata: (Sonrojada y
con mirada coqueta) Muchas gracias.
(Carmen se levanta y
dice)
Carmen: Voy a pagar, hijas. Ahorita regreso.
Del otro lado de la
mesa, Julieta se levanta y le dice a su hermano:
Renata: No tardo, voy al baño. Deberías de pedir un dos
cafés.
En la mesa se quedan
solas Renata y Violeta, Violeta se acerca a su hermana y observando a Roberto
disimuladamente se da cuenta de que Julieta se levanta y le dice a su hermana:
Violeta - ¡Renata! ¡Renata! ¿Ya viste al chavo que está
alado de ti? Está muy guapo.
Renata: Si, ya lo vi, está muy guapo; pero tú “shhh” mamá no
tiene que saber.
Regresa Carmen y
tomando sus cosas que se encuentran en la mesa les ordena a sus hijas:
Carmen: Hijas, tomen sus cosas, ya nos tenemos que ir.
En la escena solo se
observa a Julieta y a Roberto platicando y tomando un café.
Roberto: Oye, ¿viste a la chava que estaba ahí sentada?
Julieta: Si, si la vi. Te gustó, ¿verdad?
Roberto: Si, es muy linda.
Julieta: ¿Y cómo se llamaba?
Roberto: No lo sé, no me atreví a preguntarle, nada más le
pasé su separador.
Julieta: Le hubieras preguntado, no sabrás si la vas a
volver a ver.
Roberto: Tienes razón, pero ya no puedo hacer nada.
Julieta: ¡Ay, hermano! Ya vamos a casa, tengo unas cosas
pendientes.
Escena 2.
Se encuentran
nuevamente Carmen, Renata y Violeta juntas. Esta vez Carmen está sentada frente
a sus hijas tejiendo, Renata leyendo una revista y Violeta observando lo que su
madre hace.
Carmen: ¡Ay, hija! Ese muchacho de la cafetería estaba muy guapo,
si te hubieras peinado un poco más quizás se hubiera fijado en ti. Ya deberías
buscarte un novio, yo a tu edad ya estaba casada. No sé qué haré si no te casas
pronto, que ejemplo le vas a dar a tu hermana.
Voy a hacer la cena (dice Carmen
levantándose sorpresivamente).
Se quedan sentadas
Renata y Violeta, las dos en modo efusivo empiezan a platicar.
Violeta: ¡ASH! Mi mamá siempre diciendo esas cosas, que no
entiende que ya no es como en sus épocas.
Renata: Si, ya sabes cómo es ella, pero en fin siempre va a
ser así hasta que me case.
Violeta: Pues sí, pero dime, ¿si te gustó el chavo de la
cafetería?
Renata: ¡Claro! Es muy guapo, se ve que es muy gentil.
Violeta: Si, pero creo que iba con su novia, tal vez por eso
se portó así de gentil.
Renata: Si, lo noté. Creo que si era su novia, ni modo; creo
que nunca me voy a casar como dice mamá.
Violeta: ¡No seas tonta, no digas esas cosas! Eres muy
bonita y aún no estás grande como para casarte.
Renata: Tal vez, mamá a veces tiene razón.
Se escucha al fondo que
grita Carmen llamando a Violeta.
Carmen: ¡Violeta, necesito que vayas a comprar pan a la
tienda!
Violeta: ¡Ay, no mamá! Yo siempre voy por el pan, apenas fui
hace rato y ahorita otra vez.
Carmen: No me retobes y ve.
Violeta: ¡Ash, está bien! ¿Pan?
Carmen: Si, trae 5 piezas.
Violeta: Ahorita regreso.
Escena 3.
Se encuentra dentro de
la panadería Julieta comprando unas cosas, llega Violeta y saluda. Julieta se
acerca al lugar en donde despacha la señora Flor. Violeta como siempre atenta a
lo que escucha no se le escapa la conversación entre la señora Flor y Julieta.
Julieta: Buenas noches señora Flor, ¿cómo está?
Flor: Bien, Julieta. ¿Tú cómo estás? Hace mucho que no veo a
tu hermano.
Julieta: Bien, por allí anda. Ayer fuimos a la cafetería,
¿no nos vio pasar?
Flor: No, ya sabes que siempre estoy distraída atendiendo.
Julieta: Si, me lo imagino. De hecho siempre estamos en la
cafetería, ya ve que a él le gusta mucho leer y la cafetería es su lugar
perfecto para hacerlo.
Flor: Si, desde pequeño ha sido así ese muchacho. Pues me lo
saludas, Julieta.
Julieta: Si, señora Flor. Nos vemos después.
Cuando Violeta observa
que Julieta está por irse, se acerca sorpresivamente a Julieta.
Violeta: ¡Oye!, ¿entonces el chavo con el que estabas en la
cafetería en la mañana no es tu novio?
Julieta: No, es mi hermano. ¿Por qué?
Violeta: No, nada más.
Violeta paga
rápidamente y sale corriendo para ir a encontrarse con su hermana. Violeta abre
la puerta y se encuentra a su mamá en la cocina y al fondo se ve a Renata
recostada en el sillón.
Violeta: ¡Hermana!, ¡Hermana! Te tengo una noticia muy
buena.
Renata: ¿Ahora qué, Violeta? Estaba durmiendo. Tú siempre
estás de chismosa.
Violeta: Esto es muy importante, ¿qué crees?, ¿te acuerdas
del chavo de la cafetería? El que te pasó tu separador en la mañana.
Renata: ¡Claro que me acuerdo! ¿Cómo olvidarlo?
Violeta: ¡Ah!, es que mamá me mandó a la panadería y estaba
la chava con la que estaba sentado en la cafetería y escuché que doña Flor le
preguntaba por su hermano y ella le decía que le gustaba mucho estar en la
cafetería y que le gustaba mucho leer.
Renata: ¿En serio? ¿Entonces no es su novio? ¡Qué padre, tal
vez tenga una oportunidad!
Violeta: Si, hermana. Ahora tienes que ponerte las pilas.
Renata: Jajaja sí, pero el problema es que no sé cómo
volverlo a ver.
Violeta: Pues según lo que escuché le gusta mucho estar en
la cafetería, tal vez vaya diario y te lo encuentres.
Renata: Tienes razón, ¿y si mañana vamos por un café y lo
buscamos?
Violeta: ¡Si, es una buena idea! Mañana vamos en busca de tu
amor.
Escena 4.
Se encuentran Renata y
Violeta tomando un café, Renata lleva el mismo libro que la vez pasada y
Violeta está leyendo una revista.
Violeta: Ahora solo tenemos que esperar a ver al susodicho.
Renata: ¿Y si no viene?
Violeta: No seas aguafiestas, hermana. Tú confía.
Al fondo se ve que van
llegando Julieta y su hermano.
Violeta: ¡¿Ya viste?! Si llegó.
Renata: ¡Siiiiiiiiiiiiiiiii! Pero, ahora falta que se
acerque a mi.
Violeta: De eso yo me encargo.
Violeta voltea a ver a
Julieta y haciéndole señas le dice que salgan y dejen solos a Roberto y a
Renata. Ambas se levantan de las sillas y quedan en una mesa sentado Roberto y
en otra Renata. A punta de miradas Roberto se levanta y se dirige a la mesa de
Renata.
Roberto: ¿Puedo sentarme?
Renata: ¡Claro! Sería un placer.
Cierra escena 4 y
suena canción de fondo. Se apagan las luces.
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