Entre las 7:19 y 7:22 todo terminó para empezar dramáticamente.
Por: Dara Martínez
Han pasado ya 28
años desde la catástrofe más significativa que ha tenido la ciudad de México,
el terremoto que azotó la capital del país, con una escala de 8.1 grados, ese
terremoto que duro más de 2 minutos, pero que quedo marcado en el país entero.
Las zonas sur,
centro y occidente fueron las afectadas por el sismo, que se sintió en estados
como Michoacán, Guerrero, Jalisco y Colima, sin embargo la zona más afectada
fue el Distrito Federal.
El terremoto que se
registró a las 7:19, por la mañana acabo con miles de vidas, dejo heridos,
desaparecidos, damnificados, edificios públicos, privados y casas
habitacionales destruidas, la mayoría de edificios como el Hospital General de
México, los módulos central y norte del edificio Nuevo León, edificios del
multifamiliar Juárez, televicentro, los televiteatros, los hoteles Regis,
varias fábricas de costura en San Antonio Abad y una de las torres del Conjunto
Pino Suárez, quedaron derrumbados y otros parcialmente destruidos por el sismo;
inmuebles en peligro de caer; interrupción en el servicio de agua, energía y
teléfonos; fugas de agua y gas; múltiples rupturas en el asfalto y la
paralización total en el servicio de transporte colectivo. En total, 152
edificios tuvieron que ser demolidos en la zona debido a los daños ocasionados.
Respecto a las pérdidas humanas, el número de muertos no se conoce con
precisión, debido a la confusión con que el gobierno de ese entonces manejó los
datos. En primeras declaraciones se habló de entre 6 mil y 7 mil muertos,
posteriormente se estimaba que eran diez mil las personas fallecidas, sin
embargo los opositores al gobierno estiman que podrían ser mucho más. Tristemente
muchas personas perdieron más que una casa, un inmueble o un automóvil, lo más
valioso para el ser humano se vio arrebatado por segundos, personas perdieron a
sus familias enteras.
Por todos lados surgieron brigadas de rescate de
aquellos que desinteresadamente ofrecieron algo más que sus propias manos.
Crecía a cada momento la incertidumbre y luego la desesperación, no había
picos, ni palas, mucho menos maquinaría o aparatos especiales para las labores
de salvamento; hospitales y ambulancias no se daban abasto, mientras que la
escasez de medicamentos y sangre tuvieron como consecuencia la pérdida de
muchas vidas que pudieron ser salvadas, pero no sólo se vivió devastación aquel 19 de septiembre, ya
que ese día se demostró más que nunca que México es un país unido, en el cual
ciudadanos luchaban unos por otros, y gracias a ellos 4 mil personas fueron
rescatadas de entre los escombros de construcciones derrumbadas, algunas hasta
diez días después de la tragedia.
Gracias a la ayuda que países internacionales brindaron México logro
levantarse poco a poco, el presidente de Cuba, Fidel Castro, fue uno de los
principales; le siguieron dirigentes de la ONU y los presidentes de Argentina,
Colombia, Estados Unidos, España, Nicaragua y Venezuela, entre otros.
Tristemente no fue fácil ya que por la noche del viernes 20 sucedió lo
peor, volvió a temblar a las 19:38 horas, con magnitud de 7.6, duración de un
minuto y medio, como consecuencia, se derrumbaron 20 edificios más y el pánico
fue inevitable. Hora y media después del temblor, el Presidente de la República
dirigió un mensaje a la población a través de la TV y la radio, en el que
expresó su reconocimiento a la población por su "extraordinaria
solidaridad".
Ahora cada 19 de septiembre en el corazón de
México hay un suspiro por todas esas vidas y en la memoria histórica la bandera
Nacional a media asta estará todos los 19 de septiembre desde 1985, pues lo
material ahora ya es parte del olvido, nuevos edificios han remplazado los que
en su tiempo cayeron, pero aún todos sufren a aquellas personas que se fueron,
nadie mereció perder un ser amado en esa tragedia, y en ninguna, la verdad es
que nadie sabe la felicidad que ha tenido hasta que vienen tiempos difíciles,
México enfrento días difíciles, circunstancias terribles, pero lo rescatable de
este acontecimiento son todas las vidas que sobrevivieron, aquellas que
soportaron días enteros y más de una semana bajo los escombros y la voluntad de
cada persona que decidió no quedarse en la lastima y prefirió ayudar y ver por
otras personas como si fueran su propia familia.
En memoria de todas las victimas.
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